EL CEMENTERIO
La piedra del cementerio colocada encima del umbral de la puerta y sobre ella en una pequeña peana semicircular en piedra se soporta la veleta del cementerio. Tallada en bajo relieve se lee “Se reformó en 1904”.
A pesar del musgo, de los hongos, de las inclemencias del tiempo, nuestros mayores son los que de vez en cuando cepillan la misma preservándola de los elementos que la van cubriendo. La misma, sigue transmitiendo un mensaje explícito y cuya curiosa anécdota os voy a relatar.
Hace 117 años el cementerio no era de las dimensiones que en la actualidad conocemos, concretamente era la mitad del terreno. Por entonces los vecinos del pueblo mayoritariamente se dedicaban a trabajar en el campo. Siendo la mayoría de las familias numerosas y cuyo único sustento dependía directamente de los frutos de su trabajo en el campo. Fue una temporada pésima de cosechas y la gente moría aparte de por enfermedades, también por inanición. Eran tiempos difíciles, y el antiguo cementerio llego a colapsarse. Se tenía por costumbre dar entierro a los niños al lado de la ermita (si nacían 40 niños, morían 30 niños, llegó el punto que estaba el terreno colapsado).
Fue entonces cuando el alcalde Sr. Pio Saiz Barriuso quien dijo “este cementerio hay que ampliarlo”. Así es como se cedieron terrenos y por prestación personal de todos los vecinos ampliaron el cementerio. El gran logro es que construyeron las paredes del nuevo cementerio en 3 días. Siendo lo que conocemos en la actualidad el doble de terreno de lo que era entonces. Cuando terminaron la obra, se realizó una celebración estando todos los vecinos del pueblo, dado que no había sucedido ningún accidente ni baja durante la obra de construcción del muro.
Debemos pensar que por entonces, traer las piedras se hacía en carros tirados por bueyes o mulas, y con aperos de labrar el campo siendo principalmente la mano de obra de la vecindad sin ningún tipo de maquinaria industrial. Finalizada la obra en el montículo de la pradera del cementerio se volvió a colocar el crucero que allí había y para conmemorar la obra en una cara del crucero esculpido estaba M con coronita (devoción a María con coronita de estrellas) y en el reverso del crucero se esculpió en bajo relieve el año “1904”.
Estando todos los vecinos reunidos, en la sala capitular del Ayuntamiento, con los concejales junto al alcalde Sr. Pio éste propuso traer el agua al pueblo, expuso el estado precario en el que se encontraba el pueblo por la escasez de agua, los habitantes se proveen de ella de los arroyos que discurren por el campo y de los pozos que existen en las viviendas, las cuales por la falta de ventilación pueden acarrearles enfermedades. Fue por votación popular así es como surgió el monumento de la fuente de la plaza mayor y del grifo y más tarde los dos abrevaderos para las bestias.
Redacción: Lourdes Dueñas | Supervisión de textos: Isaac Rilova