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LOS TURMOGOS DE OLMILLOS DE SASAMÓN

Espectáculo histórico-lúdico-didáctico, referido a los Turmogos, habitantes de esta zona de la provincia, que pretende recrear y revivir hechos sucedidos hace más de dos mil años: el conflicto de estas tribus celtas y los conquistadores romanos.

Se celebra el sábado que corresponde a los quince días anteriores a las fiestas de Nuestra Señora de Agosto.

La primera edición se desarrolló en el año 2013.

Castarreño constituye la seña de identidad de Olmillos de Sasamón. Desde hace varios años se llevan a cabo campañas arqueológicas por el equipo del doctor García Sánchez y Romanarmy.eu, que realizan tareas divulgativas sobre sus investigaciones.

Con nuestra representación pretendemos ayudar a un mejor conocimiento de nuestra historia, valorar nuestro patrimonio y promocionar la comarca.

HISTORIA

El pueblo Turmogo, de procedencia indoeuropea, se extiende desde el siglo VIII a. C. hasta la Romanización por la zona centro-occidental de la actual provincia de Burgos y parte oriental de la de Palencia, teniendo como vecinos a los Cántabros (N y NO), los Autrigones (E y NE), los Pelendones (S y SE) y los Vacceos (O y SO).

La arqueología contempla la formación de este pueblo en el tránsito del Bronce a la Edad del Hierro (800 a C.), con aportes de elementos de origen celta, asentados en nuestra comarca en zonas de páramo (cabezos) dominando alguna cuenca fluvial, con elementos defensivos, como murallas, combinando la ganadería con una agricultura cerealística más desarrollada, siendo una de las ciudades más importantes de los Turmogos el oppidum de Castarreño (Segisama) en Olmillos de Sasamón, hábitat fortificado en la Segunda Edad del Hierro (siglo IV a C.), que no tiene nada que ver con la ciudad romana de Segisamo-Sasamón[1].

[1] GARCÍA SÁNCHEZ, J. (2019/1): “El oppidum del Cerro de Castarreño. Olmillos de Sasamón. Historiografía y Arqueología de un hábitat fortificado de la Segunda Edad del Hierro”, en BIFG., nº 258, pp. 9-45.

FIESTA CELTA:

PERSONAJES QUE INTERVIENEN:

Por orden de intervención: Laia y Stena, narradoras; dos druidas o sacerdotes; tres druidesas o sacerdotisas; Betlán, guerrero, esposo de Einé; Einé, mujer embarazada, esposa de Betlán; Albura, Kara y Nunn, mujeres de la tribu; Corbis y Reduqueno, hombres de la Asamblea de la tribu; soldado romano y paloteos en la procesión y en los ritos y marcha militar con soldados romanos.

ARGUMENTO Y DESARROLLO:

El argumento es el pueblo turmogo, que llega a estas tierras en el siglo IV antes de Cristo, instalándose en el borde del páramo, en Castro Castarreño, dedicado a la agricultura, a la ganadería y la artesanía.

Su religión está estrechamente vinculada con el medio natural, adoraban al sol, la luna, los montes, las fuentes, los árboles… Y su dios más importante es Lugh: dios de la tierra, artes y oficios. También veneraban a las Matres, diosas de la fertilidad, protectoras de las mujeres.

Cada año, una mujer, “la elegida”, debe salir al campo para pasar tres días y tres noches, sola, lejos del abrigo de la tribu, como ofrenda a la madre naturaleza, para que las cosechas sean fértiles y abundantes; ella será quien ofrezca su maternidad/el fruto que lleva dentro a la madre naturaleza.

Llegan los romanos. Se establece un diálogo entre los ancianos de la tribu y el centurión. Los romanos les ofrecen la paz y su protección con la única condición de que bajen al llano. En este momento regresa Einé, la protagonista, que está viva y no ha sufrido daño alguno. En consecuencia se firma la paz intercambiando las respectivas téseras de hospitalidad y concluye la representación invitando a los romanos a disfrutar con los miembros de la tribu de los ritos del solsticio de verano.

ORGANIZACIÓN Y DIFUSIÓN:

La organización corre a cargo de la Asociación Los Turmogos, ayudados por otras asociaciones del pueblo, con la colaboración de la Junta Vecinal, contando con una amplia participación del vecindario. Los actores no son profesionales, pero están dirigidos por el Grupo Ronco Teatro.

La representación, además de una finalidad lúdico-festiva, pretende ser didáctica, de modo que los vecinos de Olmillos y los visitantes de la comarca y de la provincia que asisten cada año, conozcan la historia del pueblo que habitó en el cerro de Castarreño, donde estuvo situada una de sus ciudades más importantes, y el protagonismo que tuvo en el periodo previo a la romanización del siglo I a. C.

Simultáneamente, un equipo de arqueólogos viene realizando trabajos arqueológicos en el castro, cuyos resultados se publican en conferencias y artículos científicos.

La Fiesta celta se viene celebrando anualmente desde 2013 el segundo sábado anterior a las fiestas patronales de Olmillos, que son el 14, 15 y 16 de agosto.

Enlaces de Interés:

Romanarmy.eu: Sasamón 2017 – 2019

Imágenes: