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EL VÉRTICE GEODÉSICO

Según Wikipedia: un vértice o punto geodésico es un punto señalizado que indica una posición geográfica exacta conformando una red de triangulación con otros vértices geodésicos. La posición exacta de los vértices sirve para ayudar a elaborar mapas topográficos a escala, tanto nacionales como regionales.

Suelen estar formados por un pilar de 120 centímetros de altura y 30 de diámetro sustentado en una base cúbica de hormigón, todo ello pintado de blanco. Indican la altura exacta sobre el nivel del mar y forman un conjunto de coordenadas que nos permiten localizar, mediante triangulación, la posición exacta geográfica de un punto. Allí se coloca el instrumental topográfico para las mediciones.

Colocados por el Instituto Geográfico Nacional y protegidos por la Ley sobre Señales Geodésicas y Geofísicas vigente desde 1975, que impide, por ejemplo, construir en los alrededores de estos puntos, ya que entorpecerían la visión y el trabajo de topógrafos y geógrafos.

Normalmente están en sitios altos y despejados desde los que se pueden divisar otros puntos similares, por lo que suelen estar en parajes que poseen buenas vistas panorámicas.

En la cima de Castarreño encontramos el pilón cilíndrico de cemento blanco con base cuadrada, tiene un cartel amenazante en el que se lee “Vértice geodésico. La destrucción de esta señal está penada por la Ley”. Existen en el Municipio de Sasamon cuatro pilones geodésicos de la Red de Orden Inferior (ROI).

El Toso (963 m.) en Yudego, Los Casares (948 m.) en Sasamón, Castarreño (926 m) en Olmillos de Sasamón y Paramillo (863 m) en Villasidro.

Aparte están otras cimas relevantes como lo son Santa Bárbara (913 m), San Cristol (526 m) y La Quebrantada (522m), todos pertenecientes a Castrillo de Murcia.

Los vértices que se agrupan en tres categorías en función de su importancia y visibilidad. La de primer orden estaba formada por triángulos de lados entre 30 y 70 kilómetros. La de segundo orden, apoyada en la de primer orden, los lados de los triángulos variaban entre los 10 y los 25 kilómetros.

La red de tercer orden tenía lados de 5 a 10 kilómetros. Todos los vértices de las redes más grandes son a su vez vértices de las más pequeñas. Los nuevos sistemas de geolocalización por satélites (GPS) les han restado protagonismo, pero son fieles testigos de la evolución de la topografía mundial.